Yoga y dolor lumbar

Yoga y dolor lumbar

Yoga para principiantes con dolor de espalda

El yoga es una práctica suave que resulta ideal para mantener la fuerza y la flexibilidad de la espalda. También es una de las herramientas más eficaces para ayudar a reducir el dolor lumbar, la fuente más común de dolor y discapacidad entre los adultos mayores.
El yoga consiste en una serie de posturas y hace hincapié en las técnicas de respiración. Las posturas enseñan a estirar y fortalecer los músculos, lo que ayuda a reducir la tensión muscular, aumentar la flexibilidad y la fuerza, y mejorar el equilibrio y la fortaleza de los huesos.
En el caso del dolor lumbar, el yoga puede ser especialmente útil para los músculos que sostienen la espalda y la columna vertebral, como los músculos paraespinales que ayudan a doblar la columna, los músculos multífidos que estabilizan las vértebras y el transverso abdominal, que también ayuda a estabilizar la columna.
Los beneficios del yoga van más allá de los músculos. Los movimientos lentos y la concentración continua en la respiración adecuada pueden mejorar el aspecto emocional del dolor de espalda al ayudar a reducir el estrés y aliviar la ansiedad y la depresión.

26:47amor de espalda | yoga para el dolor de espalda | yoga con adrieneyoga con adrieneyoutube – 19 de mayo de 2019

Hipótesis 1: El yoga es más efectivo que el autocuidado. Un hallazgo de que el yoga es más efectivo que el autocuidado confirmaría los resultados de estudios más pequeños de que el yoga es un tratamiento útil para el dolor de espalda crónico.
Hipótesis 2: El yoga es más eficaz que el ejercicio terapéutico convencional consistente en estiramientos y ejercicios suaves de fortalecimiento. El hallazgo de que el yoga es más efectivo que los ejercicios de estiramiento/fortalecimiento sugeriría que el yoga tiene beneficios adicionales para los pacientes con dolor de espalda más allá del movimiento físico per se.Si el yoga se encuentra superior al autocuidado y/o al ejercicio de control, investigaremos el objetivo mecanicista, que es más exploratorio. Las hipótesis son:
Hipótesis 6: Una o ambas variables de la “función neuroendocrina” (cortisol y DHEA) actúan como mediadores de los efectos beneficiosos del yoga.Identificar las variables específicas que actúan como mediadores nos ayudaría a entender mejor cómo el yoga podría ejercer realmente sus beneficios.Métodos/DiseñoResumenAproximadamente 210 personas con dolor lumbar crónico serán aleatorizadas en una proporción 2:2:1 para recibir 12 clases semanales de yoga de 75 minutos, 12 clases semanales de ejercicio terapéutico convencional de 75 minutos o un libro de autocuidado (Figura 2). La disfunción relacionada con la espalda y la molestia de los síntomas, los resultados primarios, así como los posibles mediadores psicológicos (cognitivos y afectivos) serán evaluados a las 6, 12 y 26 semanas después de la aleatorización por entrevistadores telefónicos que desconocen la asignación del tratamiento. La función física (un mediador físico) será evaluada a las 12 semanas después de la aleatorización por una enfermera que no conoce la asignación del tratamiento. Por último, se recogerán muestras de saliva a las 6 y 12 semanas después de la aleatorización para analizar el cortisol y la DHEA (dehidropiandrosterona), biomarcadores que pueden verse influidos por la práctica del yoga. Los análisis estadísticos evaluarán si el yoga es superior al ejercicio y/o a un libro de autocuidado. Si el yoga resulta beneficioso, se realizarán análisis adicionales para explorar las posibles variables mediadoras.

Comentarios

La gente ha practicado el yoga durante miles de años para tomar conciencia de sí misma, como forma de meditación y para aumentar la flexibilidad y la fuerza. El yoga implica posturas físicas y una respiración controlada. Entre los beneficios físicos, algunas posturas de yoga pueden ayudar a mejorar el dolor lumbar crónico de moderado a grave.1 El hatha yoga es el estilo de yoga más básico. El hatha yoga y otros estilos de yoga se ofrecen a través de centros médicos integradores y de estilo de vida, gimnasios, centros comunitarios, parques, estudios de yoga, DVD y a través de aplicaciones descargables.
Los investigadores de la universidad publicaron los resultados de su estudio en la revista Annals of Internal Medicine. En el estudio participaron 320 adultos con dolor lumbar crónico procedentes de hogares con bajos ingresos y de diversos orígenes raciales. Los resultados revelaron que los participantes de los grupos de yoga y fisioterapia mostraron una mejora similar en el dolor lumbar y la actividad. Se demostró que estos dos grupos eran menos propensos a utilizar medicamentos para el dolor después de 3 meses de participación en el estudio.1
Las directrices clínicas publicadas por el Colegio Americano de Médicos recomiendan el yoga y otras opciones no farmacológicas como primer paso para tratar el dolor lumbar crónico. Otras sugerencias son el tai chi, la rehabilitación multidisciplinar y diversas técnicas de relajación y reducción del estrés.2

Yoga para el dolor de espalda – principiantes

Pero antes de que deje caer su próximo cheque en Athleta, Zella o Zobha para comprar lo último en ropa de yoga, sepa esto: Las clases intensivas de estiramiento han demostrado ser igual de eficaces. Tus pantalones de yoga demasiado recortados están permitidos, pero no son necesarios.
“Encontramos que las clases de yoga son más efectivas que un libro de autocuidado, pero no más efectivas que las clases de estiramiento”, dice la líder del estudio, Karen J. Sherman, PhD, MPH, investigadora principal del Instituto de Investigación de Salud de Kaiser Permanente en Washington.
La función relacionada con la espalda mejoró y los síntomas disminuyeron con el yoga después de 12 semanas. Otros beneficios importantes, como un menor uso de medicamentos para el dolor, duraron al menos seis meses tanto para el yoga como para los estiramientos.
Los investigadores asignaron aleatoriamente a 228 adultos a 12 clases semanales de 75 minutos de yoga o de ejercicios de estiramiento, o les dieron un libro de autocuidado completo llamado The Back Pain Helpbook. Los participantes solían tener un dolor de espalda moderado (no grave) y una salud mental relativamente buena. La mayoría había sido al menos algo activo antes de comenzar el estudio.