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La cuina d en garriga carta
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OlivierFromBrussels493 opinionesRevisado el 17 de marzo de 2020 Buena comida y servicio amable en un típico restaurante local no turísticoSituado en el centro de BCN, este pequeño y típico restaurante catalán gestionado por mujeres geniales es una alternativa interesante a los locales más grandes y comerciales.
El bonito con tomates frescos etcétera, la interpretación de la casa de las patatas bravas, el pulpo, las alcachofas, … estaban muy bien preparados y tenían un sabor excelente. La pasta al horno estaba demasiado cocida y con un sabor poco original.
228bettinal6 opinionesRevisado el 9 de marzo de 2020Almuerzo de primera claseIngredientes honestos y de primera calidad. Personal amable y profesional. En general un almuerzo muy agradable. Muy recomendable. > >Fecha de la visita: Marzo 2020Helpful?1 398helenag, Propietario en La Cuina d’en Garriga, respondió a esta reseñaRespondió el 10 de marzo de 2020¡Cariño Bettina, muchas gracias por tu visita y por tu reseña! Nos hace muy felices, que disfrute de su estancia en Barcelona:-) ¡Esperamos verte de nuevo! Helena
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Transformamos productos llenos de historia y significado en felicidad y amor. Nos importa. Nos hemos criado así. Helena creció con el aceite de oliva virgen de primera presión y Olivier con la mantequilla fresca de los pastos alpinos.
Nuestro lema y logotipo, el sifón, es un auténtico símbolo catalán que se remonta a 150 años atrás, cuando el vermut era esencial, los tomates sabían a tomate y el vino se bebía en jarra. El bisabuelo de Helena Garriga, Agustí Garriga Mundet, trajo el sifón de agua digestiva carbonatada de la Exposición Universal de París de 1867 a su farmacia de Girona. Desde entonces, 4 generaciones de la familia Garriga se han vinculado con éxito a los sifones.
Esta herencia y la diabetes tipo 1 y la celiaquía de nuestra hija Charlotte, nos inspiran hoy en día para encontrar productos auténticos, de temporada, hechos con las manos y con el corazón por pequeños artesanos locales y compartirlos aquí cocinando recetas saludables y deliciosas para una vida más feliz con la diabetes y la celiaquía.
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Me encontré con Helena, mi mujer y madre de nuestros dos hijos en un club de Barcelona en 2007. En realidad me conoció porque yo llevaba un bombín, gafas negras y no veía nada. Mi equipo y yo estábamos vestidos al estilo de la prohibición con motivo del lanzamiento de una nueva marca de whisky de LVMH. Ella me habló en inglés. Desde entonces, cocino para ella en francés y el resto es historia.
Helena Garriga, heredera de una familia de fabricantes de sifones de “agua de seltz” desde 1876 en Gerona (España), abrió una tienda de delicatessen en el corazón de Barcelona, entre el Mandarín Oriental y Chanel, con la loca idea de vender tomates “de verdad” en julio, agosto y septiembre, los únicos meses en que los tomates se cultivan al aire libre. Helena se trasladó a Nueva York a los 17 años.
Una década en la gran manzana le dio ganas de hacer creaciones gastronómicas inspiradas en la burbujeante efervescencia del Union Square Market, un pequeño happening en ciernes. De vuelta a Barcelona, Helena abre en 2008 su tienda de alimentación, bautizada y diseñada según la historia y los valores de su familia. Helena insiste en la estacionalidad, el #farmtotable, la preservación del conocimiento gastronómico y las culturas locales. En @Lacuinadengarriga no hay manteles en las mesas, pero todos los detalles están cuidadosamente inspirados en una cultura mitad mediterránea, mitad americana. Helena ofrece una carta de verduras de temporada, pescado de costa recién capturado, charcutería local, vinos naturales catalanes y pequeñas tapas para compartir entre los comensales. Los platos están llenos de sabrosos productos de temporada procedentes de artesanos locales. También lo están las súper bonitas cestas de comida que puedes comprar con un clic en su tienda online.
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Cuando se busca una mezcla de modernidad, familiaridad y cocina informal , esto es lo primero que viene a la mente. Nos invita a entrar y disfrutar de El Sifó d’en Garriga, un oasis en medio de la locura del Paseo de Gracia .
Este lugar, al igual que La Cuina d ‘en Garriga – su hermano mayor – que está a su lado (literalmente), tiene una historia familiar que comenzó en Girona en 1876 en la fábrica de sifones de la familia Garriga. Es gracias a la tradición del agua carbonatada, que hoy disfrutamos de un exquisito vermut en esta cocina. Helena, la propietaria, nos cuenta que este nuevo proyecto de tan solo 2 meses destaca por su propuesta desenfadada y arriesgada, que permite jugar y crear preparaciones con ingredientes de primera calidad.
Continuamos con un Hummus de guisantes, un plato que nos sorprende por su suave textura que contrasta con su sabor intenso y ligeramente dulce, un delicioso hallazgo. Luego probamos la Patata con sardina ahumada de Cantabria, preparación sencilla y perfecta que nos sedujo por la cremosidad de la patata y la sardina que se deshacía en la boca. Es un plato tranquilo y reconfortante. Continuamos con una Ensalada de vieiras del norte, un clásico catalán en una nueva versión fresca y sabrosa.
